El tracto gastrointestinal es un sistema complejo que incluye el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Esta parte del cuerpo es responsable de la digestión y absorción de los alimentos, así como de la eliminación de los desechos. Sin embargo, existen diversas causas que pueden llevar a la aparición de molestias o enfermedades en este sistema.
Gastritis
La gastritis es una inflamación de la mucosa del estómago. Puede ser causada por infecciones bacterianas, el uso prolongado de ciertos medicamentos, el consumo excesivo de alcohol o el estrés. Los síntomas más comunes incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, indigestión y sensación de plenitud.
Reflujo ácido
El reflujo ácido ocurre cuando el ácido del estómago regresa al esófago, causando una sensación de quemazón en el pecho conocida como acidez estomacal. Esta condición puede ser causada por una disfunción del esfínter esofágico inferior, un músculo que evita que el ácido del estómago regrese al esófago. Los alimentos grasos, picantes y ácidos, así como el consumo de alcohol y cafeína, pueden empeorar los síntomas
Síndrome del intestino irritable
El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección crónica que afecta el funcionamiento del intestino. Los síntomas pueden variar, pero los más comunes incluyen dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, distensión abdominal y sensación de necesidad urgente de defecar. La causa exacta del SII no se conoce, pero factores como el estrés, la dieta y las alteraciones en la microbiota intestinal pueden desempeñar un papel.
Infección gastrointestinal
Las infecciones gastrointestinales son causadas por bacterias, virus o parásitos que ingresan al cuerpo a través de alimentos o agua contaminados. Los síntomas pueden incluir diarrea, vómitos, dolor abdominal y fiebre. Es esencial mantener una buena higiene y consumir alimentos y agua seguros para prevenir estas infecciones.
Enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra en muchos cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Cuando las personas con enfermedad celíaca consumen gluten, su sistema inmunológico reacciona y daña el revestimiento del intestino delgado. Esto puede causar síntomas como diarrea, pérdida de peso, fatiga y dolor abdominal.